
Una vida de plácemes
Thomas Mathew DeLonge nació en Poway, San Diego California el 13 de diciembre de 1975. De ojos verdes, tez blanca, cabello castaño claro y 1,89 m de estatura. Fan de los aliens y del sexo oral, su apodo “Hot Pants” le creó buena fama en la escuela, pero brilla por otras cualidades aquí su historia. Sus padres eran unos fieles seguidores a la religión cristiana y se convirtió en el primogénito de la familia DeLonge. Creció como cualquier niño normal hasta que uno de sus vecinos le prestó un aparato extraño con 4 ruedas que iba a ser fundamental en el giro que daría su vida años más tarde.
Era un skate, por hobbie, desde sus 9 años; pero había algo que también le hacía sentir esa emoción, la música. En algún momento dado de su vida fue ayudante de construcción y con el dinero que juntó se compró su primer guitarra eléctrica, un a “Fender” Stratocaster serie A237 con pastillas de nuevo género, el precio valió la pena 574 dólares. Pero para un niño de 15 años juntar esa cantidad no fue nada fácil, por eso el reconocimiento a su esfuerzo y entusiasmo por la música.
Con dos hermanos menores que le seguían y lo admiraban, Josh y Teea, en algunos momentos era difícil ser él mismo, puesto que el ejemplo que les pudiera dar de sus actos, aunque a veces lo olvidaba, influía es su comportamiento; pero nunca, nunca olvidaba que los amaba.
Formó su primera banda por los años 90 y se hacían llamar Big Oily Men, tocaban en algunos skate parks y fiestas de amigos así como en la escuela. Algo no le gustaba, no sabía que tan bueno era en lo que hacía, su miedo por no satisfacer esa sensación de desencanto lo llevo a tener serios problemas con el alcohol y una ocasión, en un partido de basketball en la preparatoria lo “cacharon” en estado de ebriedad y lo expulsaron del colegio.
Ya sin escuela, sin banda y con un castigo por parte de sus padres de proporciones bíblicas; la resignación era lo único que esperaba. Un día, un sujeto tocó a la Puerta y preguntó por su hermana, ella no estaba, pero, algo llamó su atención. El sujeto era más grande y tenía una patineta increíble, platicaron un buen rato hasta que decidieron ir a patinar en la calle, el sujeto se llamaba Markus, Markus Allen Hoppus. El fue un personaje que cambiaría su vida para siempre, aunque ellos aún no lo sabían.
Cuando regresó su hermana del colegio, le preguntó por “Mark” y ella le dijo que era su “novio” que llevaban un tiempo saliendo; él le dijo que lo conoció horas atrás porque la había ido a visitar y que le pareció un sujeto agradable.
Después de tres meses de relación y pláticas esporádicas Teea le dijo a su hermano que Mark tocaba el bajo y que quería formar una banda, todo se convertía en perfección, el castigo de sus padres había desaparecido, había mejorado en la patineta y posiblemente tendría una banda otra vez, además de que había tenido bastante tiempo para practicar cosas nuevas en su guitarra.
Mark y él se quedaron de ver en el garaje de su casa para ver que podían hacer juntos y si se acoplaban rápido. Las sesiones fueron más frecuentes hasta ser del diario, y sus motivaciones tenían las mismas directrices, sexo, patinetas y diversión. Lo único que les hacía falta era un baterista, pero no iba a ser problema, una fiesta de grandes dimensiones lo solucionaría en un santiamén. Así que para ese mismo fin de semana ya tenían una fiesta y un baterista, Scott Raynor de 12 años, pero con poder que ni él mismo imaginaría hasta verse en la escena del metal en años posteriores.
Para 1992 grabaron su primer demo y Tom se sentía ilusionado y contento con lo que estaba haciendo. They Came to conquer Uranus se llamaba ese EP, no era muy bueno técnicamente pero tenía influencias musicales que identificarían en años próximos a un “boom” que marcaría la escena del punkrock y neopunk en la Zona de California, pero más específicamente en la cd. De San Diego.
Después de tocar muchas puertas con este EP, una disquera local con sólo tres grupos en su bolsa les propuso grabar su primer LP a lo que Tom accedió de inmediato. Este se llamó Flyswatter y contendría uno de sus mayores éxitos “Carousel”; que le daría la vuelta a toda la cd. Gracias a las estaciones de radio.
Para 1993 una disquera llamada Kung Fu records, que ya los venía siguiendo tiempo atrás, les planteó la grabación de un disco pero que tendría una mayor difusión así como una campaña mercadotécnica y eventos con bandas que también iban en ascenso así como otras muchas ya de prestigiado nombre. Tom no lo podía creer, iba a tocar con una de sus bandas favoritas, The Descendets, la fortuna la empezaban a saborear. Tom se encerró a escribir era julio del 93 y para un mes después ya había escrito y creado los arreglos de lo que sería su primer disco de larga duración, Buddah. En las giras posteriores al lanzamiento de este LP, la gente los empezó a ubicar, se hacían llamar Blink y su popularidad así como las ventas, otra vez, iba en ascenso.
Una carta de un notario en Irlanda le hacía llegar a Tom una demanda por plagio, el nombre de Blink, estaba registrado y no podía ser utilizado de forma lucrativa. Tom puso pronta solución a eso y sin más ni más un 182 acompañó al nombre inicial para obtener los derechos de una banda que actualmente lleva el nombre de Blink 182.
Su fama fue tanta y con una efervescencia por el punkrock a nivel nacional que MCA records, una de las disqueras más importantes del país vecino y dueño de bandas como The Offspring y Green Day, ya tenía en sus filas a Blink 182, además de ya tenerlos en el estudio grabando su próximo LP, Dude Ranch, con el que le darían la vuelta al mundo y obtendrían 6 discos de Oro; Tom DeLonge seguía trabajando y no se daba por vencido, aunque todo parecía pintar de maravilla y lo económico nunca más sería una preocupación, su vida aún no estaba completa, pero lo que no sabía es que en una firma de autógrafos conocería a Jennifer, futura Jennifer Delonge y madre de su hija Ava Elizabeth. Era 1995.
Ahora ya con 7 discos, un contrato multimillonario con Geffen Records y consagrados como una banda representativa del género, Tom se ha dedicado a otras cosas por demás interesantes, ha dirigido los videos de bandas como Taking Back Sunday, ha producido los discos de Simple Plan y Good Charlotte, tiene un proyecto alterno con el actual baterista de Blink 182, Travis Barker, llamado Boxcar Racer que le ha dejado buenas cosas además de ser dueño de la compañía de tennis Macbeth, de una compañía de accesorios y ropa junto con Mark llamada Atticus y ser socio de la mundialmente conocida Hurley. Si de ser feliz se quisiera hablar y de una vida en la que sólo entra el deseo por hacer lo que uno quiere, pero bien, este es un gran ejemplo.
Thomas Mathew DeLonge nació en Poway, San Diego California el 13 de diciembre de 1975. De ojos verdes, tez blanca, cabello castaño claro y 1,89 m de estatura. Fan de los aliens y del sexo oral, su apodo “Hot Pants” le creó buena fama en la escuela, pero brilla por otras cualidades aquí su historia. Sus padres eran unos fieles seguidores a la religión cristiana y se convirtió en el primogénito de la familia DeLonge. Creció como cualquier niño normal hasta que uno de sus vecinos le prestó un aparato extraño con 4 ruedas que iba a ser fundamental en el giro que daría su vida años más tarde.
Era un skate, por hobbie, desde sus 9 años; pero había algo que también le hacía sentir esa emoción, la música. En algún momento dado de su vida fue ayudante de construcción y con el dinero que juntó se compró su primer guitarra eléctrica, un a “Fender” Stratocaster serie A237 con pastillas de nuevo género, el precio valió la pena 574 dólares. Pero para un niño de 15 años juntar esa cantidad no fue nada fácil, por eso el reconocimiento a su esfuerzo y entusiasmo por la música.
Con dos hermanos menores que le seguían y lo admiraban, Josh y Teea, en algunos momentos era difícil ser él mismo, puesto que el ejemplo que les pudiera dar de sus actos, aunque a veces lo olvidaba, influía es su comportamiento; pero nunca, nunca olvidaba que los amaba.
Formó su primera banda por los años 90 y se hacían llamar Big Oily Men, tocaban en algunos skate parks y fiestas de amigos así como en la escuela. Algo no le gustaba, no sabía que tan bueno era en lo que hacía, su miedo por no satisfacer esa sensación de desencanto lo llevo a tener serios problemas con el alcohol y una ocasión, en un partido de basketball en la preparatoria lo “cacharon” en estado de ebriedad y lo expulsaron del colegio.
Ya sin escuela, sin banda y con un castigo por parte de sus padres de proporciones bíblicas; la resignación era lo único que esperaba. Un día, un sujeto tocó a la Puerta y preguntó por su hermana, ella no estaba, pero, algo llamó su atención. El sujeto era más grande y tenía una patineta increíble, platicaron un buen rato hasta que decidieron ir a patinar en la calle, el sujeto se llamaba Markus, Markus Allen Hoppus. El fue un personaje que cambiaría su vida para siempre, aunque ellos aún no lo sabían.
Cuando regresó su hermana del colegio, le preguntó por “Mark” y ella le dijo que era su “novio” que llevaban un tiempo saliendo; él le dijo que lo conoció horas atrás porque la había ido a visitar y que le pareció un sujeto agradable.
Después de tres meses de relación y pláticas esporádicas Teea le dijo a su hermano que Mark tocaba el bajo y que quería formar una banda, todo se convertía en perfección, el castigo de sus padres había desaparecido, había mejorado en la patineta y posiblemente tendría una banda otra vez, además de que había tenido bastante tiempo para practicar cosas nuevas en su guitarra.
Mark y él se quedaron de ver en el garaje de su casa para ver que podían hacer juntos y si se acoplaban rápido. Las sesiones fueron más frecuentes hasta ser del diario, y sus motivaciones tenían las mismas directrices, sexo, patinetas y diversión. Lo único que les hacía falta era un baterista, pero no iba a ser problema, una fiesta de grandes dimensiones lo solucionaría en un santiamén. Así que para ese mismo fin de semana ya tenían una fiesta y un baterista, Scott Raynor de 12 años, pero con poder que ni él mismo imaginaría hasta verse en la escena del metal en años posteriores.
Para 1992 grabaron su primer demo y Tom se sentía ilusionado y contento con lo que estaba haciendo. They Came to conquer Uranus se llamaba ese EP, no era muy bueno técnicamente pero tenía influencias musicales que identificarían en años próximos a un “boom” que marcaría la escena del punkrock y neopunk en la Zona de California, pero más específicamente en la cd. De San Diego.
Después de tocar muchas puertas con este EP, una disquera local con sólo tres grupos en su bolsa les propuso grabar su primer LP a lo que Tom accedió de inmediato. Este se llamó Flyswatter y contendría uno de sus mayores éxitos “Carousel”; que le daría la vuelta a toda la cd. Gracias a las estaciones de radio.
Para 1993 una disquera llamada Kung Fu records, que ya los venía siguiendo tiempo atrás, les planteó la grabación de un disco pero que tendría una mayor difusión así como una campaña mercadotécnica y eventos con bandas que también iban en ascenso así como otras muchas ya de prestigiado nombre. Tom no lo podía creer, iba a tocar con una de sus bandas favoritas, The Descendets, la fortuna la empezaban a saborear. Tom se encerró a escribir era julio del 93 y para un mes después ya había escrito y creado los arreglos de lo que sería su primer disco de larga duración, Buddah. En las giras posteriores al lanzamiento de este LP, la gente los empezó a ubicar, se hacían llamar Blink y su popularidad así como las ventas, otra vez, iba en ascenso.
Una carta de un notario en Irlanda le hacía llegar a Tom una demanda por plagio, el nombre de Blink, estaba registrado y no podía ser utilizado de forma lucrativa. Tom puso pronta solución a eso y sin más ni más un 182 acompañó al nombre inicial para obtener los derechos de una banda que actualmente lleva el nombre de Blink 182.
Su fama fue tanta y con una efervescencia por el punkrock a nivel nacional que MCA records, una de las disqueras más importantes del país vecino y dueño de bandas como The Offspring y Green Day, ya tenía en sus filas a Blink 182, además de ya tenerlos en el estudio grabando su próximo LP, Dude Ranch, con el que le darían la vuelta al mundo y obtendrían 6 discos de Oro; Tom DeLonge seguía trabajando y no se daba por vencido, aunque todo parecía pintar de maravilla y lo económico nunca más sería una preocupación, su vida aún no estaba completa, pero lo que no sabía es que en una firma de autógrafos conocería a Jennifer, futura Jennifer Delonge y madre de su hija Ava Elizabeth. Era 1995.
Ahora ya con 7 discos, un contrato multimillonario con Geffen Records y consagrados como una banda representativa del género, Tom se ha dedicado a otras cosas por demás interesantes, ha dirigido los videos de bandas como Taking Back Sunday, ha producido los discos de Simple Plan y Good Charlotte, tiene un proyecto alterno con el actual baterista de Blink 182, Travis Barker, llamado Boxcar Racer que le ha dejado buenas cosas además de ser dueño de la compañía de tennis Macbeth, de una compañía de accesorios y ropa junto con Mark llamada Atticus y ser socio de la mundialmente conocida Hurley. Si de ser feliz se quisiera hablar y de una vida en la que sólo entra el deseo por hacer lo que uno quiere, pero bien, este es un gran ejemplo.
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